retornable
La sonrisa que me regalaste
no voy a devolvertela
Te revolcas en la cama un segundo antes del sol
voy por agua y escucho tu voz en el arroyo
Aprenderemos la forma de reconciliarnos con nuestros fantasmas
y me decis con la copa en la mano
las cosas ricas que tus ojos murmuran,
17 temas y un tinto añejado.
El baño murmura tu olor esmeralda
tu cuerpo caliente y difuso tras la cortina invita a ser salvaje
Me gustaría ser de tu misma raza para tocarte
Tus manos queman mi piel nocurna.
Nuestro beso es un lago
donde me hundo a buscar
cuando no estás.
El café está listo y el gato en la ventan vino a despedirse
A la noche te esperará en la puerta sigiloso
cuando entres pensando en otra cosa,
escoltada por esa sonrisa tan tuya,
ya sin perfume (otra cosa que me niego a devolverte)
y con gusto a bar entre sus delicados labios (devolverlos? ilusa...)
Tan nena, tan profunda...
La toalla te viste de verano
y el sol volverá a mojarte apenas pises en segundos la calle.
Te miro mirarme en el espejo y no te alarma que no haya reflejo
y es cierto porque no estoy
Y no te veo vestirte liviana, pintarte fresca, peinarte simple.
No te veo cantar Sabina, mirar la hora en el celular, ver el día desde la ventana.
No te veo en el pasillo raudo, en el pallier de espejos, espiarme a tiempo
y espiar tu reflejo, hermosa,
antes de ganar la calle
y dejarme ahí,
con el gato
esperandote hasta la noche.
no voy a devolvertela
Te revolcas en la cama un segundo antes del sol
voy por agua y escucho tu voz en el arroyo
Aprenderemos la forma de reconciliarnos con nuestros fantasmas
y me decis con la copa en la mano
las cosas ricas que tus ojos murmuran,
17 temas y un tinto añejado.
El baño murmura tu olor esmeralda
tu cuerpo caliente y difuso tras la cortina invita a ser salvaje
Me gustaría ser de tu misma raza para tocarte
Tus manos queman mi piel nocurna.
Nuestro beso es un lago
donde me hundo a buscar
cuando no estás.
El café está listo y el gato en la ventan vino a despedirse
A la noche te esperará en la puerta sigiloso
cuando entres pensando en otra cosa,
escoltada por esa sonrisa tan tuya,
ya sin perfume (otra cosa que me niego a devolverte)
y con gusto a bar entre sus delicados labios (devolverlos? ilusa...)
Tan nena, tan profunda...
La toalla te viste de verano
y el sol volverá a mojarte apenas pises en segundos la calle.
Te miro mirarme en el espejo y no te alarma que no haya reflejo
y es cierto porque no estoy
Y no te veo vestirte liviana, pintarte fresca, peinarte simple.
No te veo cantar Sabina, mirar la hora en el celular, ver el día desde la ventana.
No te veo en el pasillo raudo, en el pallier de espejos, espiarme a tiempo
y espiar tu reflejo, hermosa,
antes de ganar la calle
y dejarme ahí,
con el gato
esperandote hasta la noche.